El miedo a acudir a la consulta de un odontólogo es muy común en la población, muchas personas dejan pasar los años para acudir a revisión solo por este sentimiento, dejando incluso que aparezcan problemas mayores.
Cuántas veces hemos oído “no yo no voy desde hace años pero porque no puedo evitarlo, me da mucho miedo”, “yo prefiero dejarlo para otro día que venga más preparado”, “no si en realidad no es ningún problema grave, puede esperar”; todas estas y otras muchas, son situaciones que reflejan el miedo de cada uno de nosotros de ir a consulta. Pero eso sí, debemos conseguir cambiar esto, para lo cual se debería empezar por los niños, enseñando la importancia de acudir al dentista.
Muchas veces esto se convierte en un círculo vicioso, en el que por miedo no acudo a la consulta, de forma que cada vez tengo mayores problemas de salud dental lo que genera ansiedad y vergüenza por la situación, y mayor miedo de acudir por necesitar otro tipo de procedimientos. Es cierto que esto es algo real y que muchos pacientes presentan, bien por historias que han escuchado, por la incertidumbre de qué le harán, por terror a las agujas, porque es algo que traen desde niños o por otros factores.
Los facultativos saben el miedo al que muchos de sus pacientes se enfrentan cuando acuden a la consulta y se forman para saber abordarlo, disminuyendo en la medida de lo posible esta situación, pero ¿qué puede hacer usted para evitarla? Bien, a continuación le damos algunas técnicas para esto:
Identifique el porqué del miedo, ya sea por experiencias pasadas, miedo desde niños o miedo a la agujas.
Busque un profesional de confianza que le de la seguridad que necesite para enfrentarse a sus miedos, pregunte a familiares o amigos y ellos muchas veces pueden servirle de ayuda.
Confíe en su dentista y cuéntele lo que siente al acudir a la consulta, él va a entender la situación y va a poner todos sus medios para evitarla.
Lo normal es que la primera visita sea una revisión general en la que se expondrá el plan de tratamiento que se llevará a cabo en sucesivas visitas, lo cual le permite prepararse y darse cuenta de que no todo es tan malo como parecía.
Acuda a la consulta acompañado por un familiar o amigo, que le dará la confianza que muchas veces le falta.
Pida información a su facultativo acerca de los procedimientos que va a realizar, pregunte todas las dudas que tenga y piense que es solo un rato.
Estas son sólo algunas técnicas que le pueden ayudar a superar este miedo, piense que no es único, que muchos otros pacientes presentan el mismo problema. Recuerde además, que ese miedo es un momento pero la satisfacción de una salud dental adecuada es para mucho tiempo.
No olvide, por tanto confiar en el profesional, es lo más importante para superar esta situación, busque uno que le garantice conocimientos, seguridad y confianza.