Hace apenas dos meses el mundo giraba de otra forma, la mayoría de la gente planeaba sus vacaciones, los niños y jóvenes sonreían haciendo sus últimos exámenes…el verano llegaba y todo se veía de otro color; empezábamos a quitarnos ropa de abrigo, deseábamos ponernos el bañador y las sandalias y todos contábamos los días para tan deseadas vacaciones.
De esta forma, esos últimos días pasaban planeando cada hora de nuestros viajes, de nuestro tiempo libre. Pensábamos en las salidas a la calle por las noches con el buen tiempo, en el no tener que madrugar ni que escuchar el despertador, en las ferias de los pueblos, las romerías,… Pero de repente llega el 1 de septiembre y se nos viene el mundo encima, volvemos a la realidad, a la rutina del día a día, a los madrugones; los niños al cole y los mayores al trabajo. Llega el frÍo de nuevo y se acaban las vacaciones; empiezan las promesas del nuevo curso “que si me voy a apuntar al gimnasio”, “que si dejo de fumar”, “que si este año tengo que aprender inglés”…son tantas las promesas estos días que deberíamos ser más realistas.
Sabemos que en esta época siempre se habla de la cuesta de Septiembre o del llamado síndrome postvacacional. Aunque sin embargo encontramos opiniones contradictorias ya que hay muchas personas que desean volver a la rutina porque prefieren la normalidad, el tener un horario establecido, y poder dejar a los niños en el colegio siguiendo con su vida normal, lo que les supone mucha menos presión que el periodo vacacional. Sin duda, creo que estos son los menos porque aunque muchas personas digamos esto de vez en cuando todos desearíamos seguir de vacaciones y vivir con mayor libertad. Tanto en un caso como en otro no debemos olvidar que realmente en este mes empieza un cambio de rutina y una vuelta a la realidad, de forma que debemos evitar que el síndrome postvacacional se apodere de nosotros y se convierta en una enfermedad; por lo que para ello os dejamos algunos consejos que creemos os pueden servir de ayuda en este mes de septiembre:
- Cuídate, empieza con una dieta mediterránea, deja los caprichos para algún día concreto de la semana y empieza a comer bien…después del verano se notan los desajustes y es el mejor momento para empezar a cuidarse.
- Bebe agua, no olvides beber al menos 2 litros diarios, mantenerse hidratado nos permite una mayor concentración y disminuye el riesgo de muchas patologías.
- Adopta posturas cómodas para trabajar, cambia los malos hábitos del pasado, esto evitará lumbalgias y cefaleas muy frecuentes hoy en día.
- Realiza actividad física al menos 3-4 días a la semana, establece una horario donde esto esté presente, te ayudara a cuidarte tanto física como mentalmente.
- Date pequeños caprichos o recompensas de vez en cuando, estímulos que te hagan querer llegar a cierto día y que permitirán que trabajes y sigas la rutina con mayor optimismo.
- Organízate, sobre todo organízate, hay tiempo para todo…solo es cuestión de establecer un horario y disfrutar con todo lo que hagas.
- No olvides tus dientes, también necesitan cuidados para volver a la rutina con una buena salud.
Y una última cosa…a los suertudos que comenzáis ahora las vacaciones disfrutad, relajaros y cargad las pilas, pero aun así no olvidéis estos consejos que también os pueden servir para vuestra vuelta.
Así que lo dicho, disfruta de la vuelta a la rutina y no olvides…DISFRUTA del trabajo…DISFRUTA del tiempo libre…pero sobre todo DISFRUTA DE LA VIDA.
